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"Hay muchas cosas que me entusiasman acerca de este proyecto", dijo Jasmine Dolores Cruz, de 17 años, al comienzo de una reciente reunión por zoom. "Me encanta que vayamos a colaborar y hablarlo como comunidad. Me encanta la oportunidad para aprender."
Cruz es una de 12 personas, de diversas edades y orígenes, seleccionadas para averiguar más acerca del sistema de basura y reciclaje actual y para compartir ideas sobre la ubicación propuesta para el nuevo centro de reciclaje y transferencia en Cornelius.
Metro es actualmente dueño de dos de estos lugares – uno en Oregon City y otro en el noroeste de Portland – donde las compañías comerciales y los residentes particulares dejan todo tipo de basura. Después la separan. Algunos materiales se sacan para reciclaje. El resto se lleva en camiones al vertedero.
Desde agosto, Metro ha colaborado con el Centro Cultural para organizar reuniones comunitarias virtuales con el grupo del condado de Washington.
"Aprecio este proceso y la oportunidad de hablar de la educación, del reciclaje y de por qué es importante," añadió Mayra Hernández durante el zoom.
Como grupo, también hemos hablado de nuestras preocupaciones por la seguridad, el tráfico y las molestias asociadas con estos lugares. Ellos ven la justicia medioambiental – el concepto, formalizado por las normativas federales, de que todos, sin importar la raza, etnia, edad, sexo o ingresos, tienen el derecho de vivir en entornos sanos – y preguntaron por qué son relevantes estos principios para este proyecto.
Y han comparado ejemplos de estaciones de reciclaje y transferencia modernas, como ésta en Seattle que se ve muy diferente de las instalaciones de Metro que tienen ya décadas.
(Vídeo cortesía de Seattle Channel)
"La participación en el grupo me ha hecho más consciente del medio ambiente," dice Linda Galbreath, residente de Forest Hill Mobile Home States. "Ha abierto mis ojos a las cosas que se pueden reciclar y a lo que hacemos con cosas como el poliestireno y las pilas."
Hasta dice que es más consciente de conservar agua cuando lava los platos estos días.
"Creo que construir [unas instalaciones] en Cornelius sería una buena idea porque ahora tenemos que ir hasta Portland u Oregon City para llevar pinturas o residuos peligrosos del hogar y cosas así", dice Galbreath. "Y además, creará trabajos para la gente de la zona."
Los participantes quieren estar involucrados y transparencia durante el proceso
Arturo Villaseñor ha vivido, trabajado y reciclado en este área durante 20 años. El dice que ha aprendido un poco más acerca del sistema que mueve las estaciones de transferencia y cómo se pueden administrar, gracias a su participación en el grupo de asesoría comunitario.
"Como han dicho en las charlas otras personas del grupo," dice Villaseñor, "Yo quisiera ver unas instalaciones que mantengan el aire limpio y un exterior atractivo, que controle olores y problemas de plagas, y que no genere problemas de tráfico."
Dan Blue, gerente de planeamiento de sistemas de Metro dice que las preocupaciones que ha escuchado acerca de las instalaciones son reales. El mes pasado, durante una presentación sobre algunos de los retos, Blue dijo, "Metro trabajará muy de cerca con los vecinos para diseñar unas instalaciones que mitiguen estos problemas lo mejor que podamos y trabajará con la ciudad de Cornelius y sus vecinos para los protocolos operativos."
Si el Consejo de Metro sigue adelante con la compra de una propiedad en Cornelius, tanto Villaseñor como Galbreath dicen que agradecerían la oportunidad de continuar dando su opinión - en cosas como los tipos de servicios que un centro nuevo de reciclaje y transferencia podría ofrecer a la comunidad y cómo podría diseñarse.
El Consejo de Metro espera tomar una decisión acerca de si compran o no la propiedad el 17 de diciembre.
"Estoy muy a favor de una estación de transferencia," dice Villaseñor. "Pero si, o cuando comience la construcción, quiero que ellos [Metro y otras agencias] respeten las promesas que hagan acerca del proyecto."
Acerca de este punto, Gloria Pinzón, la especialista en participación comunitaria, que ha ayudado a facilitar las reuniones, cree que la participación del público será esencial para asegurar que este proyecto se convierta en una ventaja para la comunidad local y la región.
"Una participación valiosa significa que las personas tienen la oportunidad de participar en el proceso de tomar decisiones acerca de las actividades que puedan afectar a su entorno y a su salud," dice.