Iniciativa Amplify
La publicación de esta historia es posible gracias a Amplify, una iniciativa de Pamplin Media Group y Metro, el gobierno regional del área metropolitana de Portland. Amplify busca amplificar las voces de la comunidad a través de historias y reseñas. La iniciativa patrocina tres pasantías en periodismo para estudiantes de secundaria a lo largo de la región. Los jóvenes periodistas cubren temas de importancia a la comunidad. El programa eleva particularmente a grupos que no han tenido mucha representación como lo son las comunidades de color, residentes de pocos recursos, y otros. Editores del Pamplin Media Group supervisan a los estudiantes, y Metro no juega ningún papel en el proceso editorial.
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Acercándose al escenario, Gema Huizar Ríos siente las familiares mariposas en el estómago. A pesar de haber bailado muchísimas veces con su equipo de baile aún se pone nerviosa cada vez que baila frente al público.
Cuando llega al escenario, escucha la música y siente una explosión de energía que borra sus nervios. Levanta su falda llena de color y empieza a bailar, sus pasos siguiendo la tradicional danza folclórica.
Huizar Ríos es parte del grupo de Ballet Folklórico Corazones Alegres de la organización sin fines de lucro Latino Network.
El equipo se formó en el 2015 cuando Latino Network recibió una subvención para crear programas de arte y cultura en la comunidad latina de Portland.
El programa cuenta ahora con 80 miembros de entre 6 y 18 años de edad participando en cuatro grupos distintos.
“Corazones Alegres” ejecuta sus bailes en eventos culturales como celebraciones del Cinco de Mayo y el Día de los Muertos, dándole a los bailarines la oportunidad de aprender y compartir su cultura. El propósito principal del programa es preservar la cultura latina, transmitiendo estas tradiciones a los jóvenes de la comunidad.
La madre de Huizar Ríos la obligó a unirse al grupo de baile cuando estaba en séptimo grado. La madre había visto información sobre el programa en las redes sociales. Siendo una persona reservada y tímida, Huizar Ríos estaba extremadamente nerviosa su primer día en la práctica de baile.
“Recuerdo que estaba llorando porque no quería ir, pero me enamoré de la danza el primer día,” Huizar Ríos dijo.
Ahora, Huizar Ríos tiene 17 años y empieza su último año de escuela con mucha experiencia. Cada vez que baila, su confianza en sí misma crece un poco más.
“Antes de unirme al grupo de baile yo nunca hubiera podido pararme en frente de una multitud de personas. He ganado mucha confianza,” dijo Huizar Ríos.
Conexiones culturales
Huizar Ríos también ha sentido una conexión más grande hacia su cultura Mexicana. Su familia es de Jalisco y Monterrey, pero Huizar Ríos nació en los Estados Unidos. Vive a miles de millas de la tierra de su familia. Siendo unas de las pocas personas latinas en su escuela, es aún más difícil encontrar un lugar donde se sienta conectada a su cultura e historia. Corazones Alegres es una de las maneras en que ella honra sus tradiciones Mexicanas.
Al acercarse su último año como parte del grupo de baile, Huizar Ríos ha comprendido que la danza folclórica la ayudó a reconectarse con sus raíces. A través de Corazones Alegres, ella y sus compañeros latinos pueden sentirse orgullosos de su cultura y aprender la disciplina del baile. Con cada paso que toman durante el baile, están participando en una actividad central de la cultura Mexicana, promoviendo esas costumbres en Portland.
“Yo estaba muy desconectada de mi cultura,” dijo Huizar Ríos. “Después de que entré, me enamoré con la cultura Mexicana, la música, las tradiciones… Quiero compartir mi cultura, especialmente en Washington y Oregon.”
Sofia Domínguez, la coordinadora del programa, está encargada de los asuntos más importantes del programa de Corazones Alegres: recaudar fondos para hacer el programa accesible a familias de bajos recursos. Latino Network se encarga de que todo, incluyendo instructores, disfraces, comida, y transporte, sea cubierto por la cuota mensual de $40 que pagan los miembros.
Por su propia experiencia, Domínguez sabe la importancia de continuar tradiciones como la danza folclórica. Habiendo sido ella misma bailarina folclórica en el pasado, ha transmitido el legado a sus hijas, quienes aprendieron su historia por medio del baile.
“Mis hijas no hubieran aprendido sobre el significado del Día de los Muertos, Cinco de Mayo, y otras tradiciones si no fuera por los bailes,” dijo Domínguez.
Domínguez también ha visto el impacto que este programa ha tenido en las familias que tienen padres indocumentados. Muchas veces, hijos de padres indocumentados no tienen la oportunidad de visitar el hogar de sus padres y pierden sus lazos a la cultura Mexicana.
“La cultura de México se pierde, especialmente el español. Este tipo de arte realmente está enseñando nuestra cultura a los jóvenes,” agregó Domínguez.
Una larga tradición
Las influencias de la danza folclórica Mexicana pueden trazarse a las culturas indígenas mesoamericanas, las cuales cultivaron tradiciones de baile únicas en distintas regiones de México. Un ejemplo es el famoso Jarabe Tapatío, danza tradicional de Jalisco que representa el cortejo de un hombre hacia una mujer. La mujer viste el atuendo de la China Poblana y el hombre lleva traje de charro.
La historia de la danza folclórica conocida hoy en día empieza en 1952, cuando Amalia Hernández creó la compañía de baile llamada Ballet Folklórico de México. Hernández utilizó técnicas de ballet moderno combinadas con los bailes tradicionales de México, incorporando un aspecto teátrico a sus presentaciones. Hoy, el Ballet Folklórico sigue siendo una de las compañías de baile más respetadas de México y ha inspirado a miles de grupos de baile, como Corazones Alegres y otros: