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La siguiente compilación de perfiles fue publicada en ingles el 7 de junio del 2018.
"Mi vida será mucho más fácil".
A Admira Baltic le toma una hora en autobús ir desde su casa en Raleigh Hills a su trabajo en la universidad Oregon Health & Science University localizada al suroeste de Portland. Su turno comienza a las 7 de la mañana y el primer autobús de su ruta, pasa a las 6 a.m.
"Si mi autobús se retrasa tres... o cinco minutos, me hace llegar tarde al trabajo", dijo Baltic. "Apenas llegamos, básicamente corro para iniciar mi jornada laboral a tiempo".
Baltic dijo que una línea nueva del MAX, en el ‘Southwest Corridor’ sería "increíble", reduciendo su tiempo de viaje a la mitad.
En abril, Baltic recibió una oportunidad que le cambió la vida: una beca que paga su entrenamiento para convertirse en técnica farmacéutica.
El programa cubre el costo de la matrícula, los libros, los uniformes y la acreditación. Becarios son puestos bajo la enseñanza de un entrenador de carrera de la Organización Comunitaria de Inmigrantes y Refugiados, IRCO por sus siglas en inglés. El nuevo trabajo ofrecerá a Baltic, ingresos más altos, seguridad de vivienda para permanecer en su vecindario cerca de la línea nueva del MAX, propuesta. OHSU e IRCO están expandiendo este programa a más profesionales, con el apoyo de una subvención de Metro.
Ganar una subvención también marca un peldaño significativo en la vida de Baltic. Su padre fue asesinado en la guerra de Bosnia en la década de los 90’s. Su madre abandonó todo para venir a los Estados Unidos con tres hijos, incluida la hermana de Baltic de seis meses de edad.
La familia pasó dos años en un campamento de inmigración en Hungría antes de venir a los Estados Unidos. Cuando llegó el momento de irse, Baltic no tenía zapatos. Su madre limpió toda una clínica en el campamento a cambio de un par de zapatos. Lo único que tenían para Baltic, quien tenía 16 años en ese entonces, eran tacones altos que no le quedaban bien.
"Sé que mi madre vino aquí porque tenía muchas esperanzas para nosotros", dijo Baltic. "Ahora, al conseguir esta beca, voy a hacer feliz a mi madre y también voy a hacer felices a mis hijos, y mi vida será mucho más fácil".
Los supervisores de Baltic le dieron todo su apoyo, cuando les comunicó que quería solicitar la beca.
“Es muy emotivo para mí también porque aquí es donde comenzó mi vida; siendo una inmigrante y de un país diferente sin saber inglés", dijo Baltic. "Y alguien quiere ayudarte tanto, alguien quiere verte triunfar".
Baltic ve esta nueva trayectoria profesional como un paso para convertirse eventualmente jefe de departamento. Ella espera que el ganar un salario más alto, signifique más calidad de tiempo con su familia, haciendo las cosas que no podía hacer cuando vivía de cheque en cheque. Ella nunca ha ido de vacaciones con su familia y tiene la intención de cambiar esto, después de que se establezca en su nuevo trabajo.
"Me encantaría llevar a mis hijos a Disneylandia", dijo Baltic. "Siempre hablamos de eso. Ahora mi hija tiene 18 años, nunca es tarde".
"Estoy viajando, constantemente".
AJ Romero-Gemmell tiene que viajar largas distancias para llegar desde su casa en Milwaukie al campus de Sylvania del colegio comunitario Portland Community College, localizado al suroeste de Portland. Por las mañanas se tarda de hora y media a dos horas llegar allí y a veces hasta más tiempo, luchando contra el tráfico, para llegar a casa por la noche.
"Estoy viajando, constantemente", dijo. "Me levanto a las 5:30 de la mañana para llegar a una clase a las 8:30 a.m. en PCC".
Estudiante de primer año en el colegio comunitario, Romero-Gemmell planea especializarse en ciencias políticas y derecho y obtener un título profesional en negocios y español. Quiere ser un abogado de derechos civiles que represente a inmigrantes y grupos minoritarios. Los cursos de ciencias políticas se dan en diferentes ubicaciones de PCC. Eso significa que a menudo asiste a clases en varios campus.
Él hace estos viajes dependiendo totalmente del transporte público. Planea sus días de acuerdo a los horarios de los autobuses y el MAX. Si sale de una clase nocturna demasiado tarde, corre el riesgo de quedarse varado en el centro de Portland, porque los autobuses que lo llevan a casa, no hacen rutas demasiado tarde.
Romero-Gemmell toma en serio la planificación de sus viajes, a menudo preguntándose, "¿Voy a poder llegar a casa desde el campus Cascade a esa hora?
A él le gustaría ver más servicio del MAX con más frecuencia, para que no se llene tanto, durante su viaje en las horas pico. Además, le gustaría que haya más horarios del servicio de autobús en Milwaukie, para que no tenga que ir a pie a casa desde la estación del MAX, Main St. en Milwaukie.
Cuando era más joven, Romero-Gemmell trataba de andar en bicicleta en su vecindario, pero paró de hacerlo porque no se sentía seguro.
"Sólo hay un par de calles principales que tienen ciclovías y aceras", dijo. "Y hay muchos conductores imprudentes en Milwaukie."
Romero-Gemmell está entusiasmado con la perspectiva de una línea nueva del MAX, que pararía cerca al campus Sylvania de PCC.
"Cuando escuché por primera vez acerca de la propuesta de añadir una línea nueva del MAX en el ‘Southwest Corridor’, me emocione mucho, por no decir más ", dijo.
Romero-Gemmell, también trabaja en el campus como organizador estudiantil para la asociación de estudiantes del Portland Community College. Parte de su trabajo es representar a los estudiantes ante los administradores de PCC. Una estación del MAX, que sirva al campus de Sylvania sería una gran ventaja para los estudiantes.
“También conozco a muchos estudiantes aquí en PCC Sylvania a quienes... les encantaría tener un MAX aquí. Eso mejoraría su calidad de vida ", dijo.
"Hay todo tipo de compromisos".
El estudiante del último año de secundaria, Ibrahim Ibrahim, vive cerca de su escuela Oregon Islamic Academy, en Tigard. Conducir para ir a clases es conveniente para él, pero el viaje a Portland por la tarde, para ir a su trabajo le causa ansiedad.
Ibrahim trabaja en una oficina de seguros en el centro de Portland. Para llegar, tiene que conducir desde Tigard al centro de transporte público Sunset Transit Center en Beaverton, estaciona su auto y luego toma el MAX. Es una carrera para llegar a tiempo al trabajo.
“La puntualidad es muy importante”, dijo Ibrahim, haciendo hincapié al riesgo de poder perder el trabajo si llega tarde. Ese es el desafío que según él, tienen los jóvenes de Tigard que dependen del transporte público. Él ve una gran cantidad de puestos de trabajo en negocios minoristas y en la industria de alimentos. Pero por otro lado, las oportunidades para ser voluntario y los trabajos de oficina son difíciles de encontrar.
Pudo conseguir un trabajo con su empleador porque su jefe estuvo dispuesto a arriesgarse para que él adquiriera experiencia laboral. Ibrahim dice que su jefe ha sido comprensivo en las pocas ocasiones en las que llegó tarde al trabajo.
Ibrahim se beneficiaría con una opción de transporte más rápido y fiable desde Beaverton, pero le teme a los cambios del valor del mercado, que suelen ocurrir en comunidades a las que llega un tren ligero, como el MAX.
Hay todo tipo de pros y contras”, dijo Ibrahim. “Si hubiera una estación de MAX en el centro de Tigard, el transporte sería más accesible. Pero, lo más probable es que terminaría teniendo que mudarme de ahí".
Los temas de justicia social son importantes para Ibrahim, cuyos padres emigraron de Sudán a los Estados Unidos unos meses antes de que él naciera. Él es un embajador de jóvenes en su escuela, donde representa su fe islámica. También participa como voluntario en el grupo de activistas juveniles The Center PDX en el norte de Portland.
A menudo, este trabajo implica participar con comunidades de estudiantes inmigrantes, "para que no se sientan marginados" en la escuela, dijo. Todavía no sabe qué carrera seguir, pero sabe que quiere tener un impacto positivo en el mundo.
Él cree fervientemente que los responsables de tomar decisiones, tienen que tener en cuenta a aquellos que podrían resultar más afectados por la construcción de una línea nueva del MAX y abordar sus inquietudes.
"Creo que mientras se mantengan y se tomen en consideración sus estilos de vida, yo digo, sigan adelante, y verdaderamente apreciaría el proyecto”, dijo Ibrahim.
La siguiente compilación de perfiles fue publicada en ingles el 18 de abril del 2018:
"¿Cómo haré esto hoy?"
Todos los días de la semana, Manuela Martínez Espinoza sale de su apartamento en Tigard alrededor de las 5:15 a.m. y toma su primer autobús para ir a trabajar a un restaurante en Beaverton.
Generalmente, todavía está oscuro afuera, cuando ella sale a trabajar.
Durante su caminata de 25 minutos hasta el paradero del autobús, Martínez Espinoza viste un chaleco con rayas reflectantes y lleva una linterna en la mano. En algunas partes de su caminata hay aceras; en otras no. Es una caminata solitaria, excepto cuando los autos pasan junto a ella, o cuando se cruza con su vecino durante su paseo matutino.
Al otro lado de la ciudad en Beaverton, su novio, Humberto Rodríguez, se sube al autobús alrededor de las 5:30 a.m. para ir a su trabajo de construcción en Portland. A veces, a Rodríguez le asignan trabajos en otros lugares de la región.
Como ambos dependen del transporte público, están entusiasmados con la propuesta de extender el sistema del MAX a través del ‘Southwest Corridor’, desde el centro de Portland hasta el centro comercial Bridgeport Village en Tualatin. Otras componentes del Plan del ‘Southwest Corridor’, incluyen el desarrollo de senderos, aceras, nuevas líneas de autobuses y mejoras en las carreteras.
"Yo me muevo mucho en el MAX y en el bus", dijo. “"[Una línea nueva del MAX] sería bueno, muy bueno. Vivo en Beaverton, pero estoy pensando en mudarme a Tigard".
"En la zona donde vivo, el alquiler es barato, pero no hay muchos autobuses", dijo Martínez Espinoza. "Hay uno que funciona cada hora, pero... cuando lo necesitas, no está allí".
Eso ha cambiado recientemente. Como parte del Plan de Mejoras al Servicio del Suroeste, TriMet añadió una línea nueva de autobús, el 42 - Denney / Hall que recorre su vecindario. A Martínez Espinoza esto le permite reducir parte de la caminata que tiene que hacer entre semana. Pero aún tiene que caminar mucho los sábados, otro día laboral para ella.
Sus viajes diarios toman mucho tiempo. Ella utiliza todas las opciones de transporte público disponibles, incluido el servicio Westside Express (WES, Servicio Exprés del Oeste). Recientemente, Martínez Espinoza programó unas citas médicas en el centro de Portland y Tualatin. "Llegué a cada una de mis citas a tiempo", dijo.
"Para mí, viajar en el WES de Beaverton a Tigard me lleva de 15 o 10 minutos", dijo Martínez Espinoza. "Si tengo prisa, esa es mi opción".
Depender del transporte público significa que Martínez Espinoza tiene que siempre planificar con antelación para llegar a los lugares donde tiene que ir, "Siempre pienso, ‘¿Cómo haré esto hoy?’”, dijo.
A Rodríguez y Martínez Espinoza les gustaría vivir juntos cerca del centro de Tigard, donde estarían más cerca de más líneas de autobuses y potencialmente, una línea nueva del MAX, en el futuro.
"Llegué al punto en el que simplemente tenía que conducir".
Erik Halstead se encuentra sentado en la oficina de su casa en Tigard, rodeado de modelos de juguete de diferentes vehículos de transporte: autobuses, trenes y aviones. Su estantería está llena de libros sobre la historia del ferrocarril, hasta tiene uno sobre el ferrocarril, Southern Pacific Railroad de Oregon.
Halstead cree que eso sorprendería a las personas, que tal vez piensan que él está en contra de una línea nueva del MAX. Crítico de Metro y TriMet desde hace mucho tiempo, Halstead es un fuerte oponente de una línea nueva del MAX, en el ‘Southwest Corridor’. Aunque ya no usa el transporte público, él asiste a las reuniones comunitarias cuando puede.
Halstead solía trabajar en un centro de llamadas cerca del centro de Portland. "Durante muchos años dependí de TriMet", dijo. "Pero con el correr de los años, los autobuses se volvieron cada vez menos fiables por varias razones, llegó al punto en el que simplemente tenía que conducir".
Conducir le ofrece la flexibilidad de cambiar de ruta, cuando hay mucho tráfico.
"En general, considerando los lugares por donde voy, no cubriría mis necesidades”", dijo Halstead sobre la propuesta de una línea nueva del MAX, en el ‘Southwest Corridor’. Él ya no trabaja en Portland. Ahora va diariamente al área de Beaverton-Hillsboro. Halstead es estudiante en el campus Rock Creek del colegio comunitario Portland Community College, donde está estudiando para ser mecánico de aviones.
Él preferiría ver más inversiones en un sistema de autobuses más rápido, antes que cualquier inversión para la expansión del sistema de vías férreas del MAX.
Halstead cree que la ruta propuesta para la línea nueva del MAX, no es de gran ayuda porque se salta dos importantes centros de empleo: Kruse Way en Lake Oswego y el centro comercial Washington Square cerca de Tigard.
"Esos son dos de los centros de empleo más grandes en nuestra área", dijo.
Halstead también es partidario de fortalecer las conexiones de los autobuses suburbanos.
"Cada año se pone mejor".
Johnnie Shepherd llegó a Oregon a principios de la década de los 70’s en busca de una nueva oportunidad: un trabajo en Timber Lake, Estacada, con el programa del Departamento de Trabajo de EE.UU, Jobs Corps.
“Era la época de la tala de árboles y me aceptaron”, dijo él, resaltando la gran diferencia en la forma en la que fue tratado en su estado natal, al ser un joven de raza negra. “Podía ir al centro. Era algo totalmente diferente al sur, ¿verdad? Totalmente diferente”.
Nacer y crecer en Alabama durante la era de Jim Crow fue algo traumático para Shepherd. "No era libre de ir a ciertas áreas", dijo. “En esa época estaba prohibido para nosotros. Había mucho racismo entonces”.
Dijo que se fue de Alabama con "una visión negativa del mundo". Esa visión comenzó a cambiar cuando se mudó a Los Ángeles, donde fue a la escuela secundaria y vivió con una tía.
"De California vine a Oregon y Washington – estuve por toda la costa oeste", dijo Shepherd. “Viajar con otras personas realmente cambió mi punto de vista sobre el país y la gente". Se hizo amigo de personas de diferentes razas y etnias. Igual que sus hijos.
"Mis hijos... se casaron con personas que no se parecen a ellos, ¿verdad?", dijo. “Y eso me hizo una mejor persona... Por lo tanto, estoy contento de haber nacido en el momento en que nací. Y me alegra de que gracias a mis viajes por este país, pude ver muchas cosas hermosas".
Shepherd dijo que Oregon, con su belleza natural y su gente acogedora, lo llamaban a regresar.
Se instaló en el suroeste de Portland en un edificio de apartamentos administrado por Central City Concern. Tener su propio apartamento le da mucha alegría, después de 20 años de “dormir en el sofá de los amigos”. También le alegra su vecindario, que él describe como “céntrico”.
Vive cerca de las líneas de autobuses, del MAX, del tranvía de Portland, de tiendas y restaurantes.
Recuerda cuánto demoraba su viaje diario cuando vivía en West Linn, Lake Oswego y Tualatin.
“Tomaba el autobús en la década de los 80, 90 y del 2000”, dijo. "Luego mejoró. Para mí, cada año mejora. Es más fácil. He vivido en la costa este, y sé lo congestionado que es. Creo que tenemos el mejor sistema de transporte".
Shepherd piensa que los planes de una línea nueva del MAX, en el ‘Southwest Corridor’, beneficiarán a personas como él, que solo dependen del transporte público para ir a sus trabajos.
Él cree que una línea nueva del MAX, creará muchas oportunidades para el área, desde nuevos trabajos relacionados con la construcción del proyecto hasta nuevas conexiones para negocios existentes.
“Crea más oportunidades comerciales para la gente y es más fácil que consigan clientes", dijo. También “se hace fácil para que los clientes lleguen a un negocio en particular, a los restaurantes o a lo que sea. Creo que en general es algo bueno".
"Sería bueno... llegar a tu destino entre 30 minutos a una hora".
Linda y Richard Edwards se volvieron totalmente dependientes del transporte público después de una serie de obstáculos mayores.
La casa que alquilaban en Portland entró en ejecución hipotecaria al poco tiempo de haberse mudado a Oregon desde Arkansas en el 2011. Con poco aviso, se apresuraron a encontrar un lugar donde vivir con sus dos hijos pequeños, que en ese momento tenían entre 5 y 7 años de edad. No fue fácil encontrar un lugar nuevo que pudieran pagar.
Trataron de permanecer juntos como familia, pero en algunas ocasiones tuvieron que enviar a sus hijos a vivir a la casa de uno de los hijos mayores de Richard en Gresham. Durante unos seis meses, los Edwards se quedaron en hoteles, intentaron acampar en la ciudad o durmieron en su auto.
Ese trastorno es difícil para cualquier familia. Pero para la familia Edwards fue aún más difícil debido a la salud de Linda.
Linda nació con una enfermedad ósea, hipofosfatasia, que afecta su capacidad para moverse. Ella tiene que usar una silla de ruedas para movilizarse. Richard tuvo que renunciar a su trabajo para poder cuidar de Linda, mientras buscaban refugio durante ese período.
"No podía dejarla en el auto", dijo Richard. “Ella no tenía forma de ir de un lugar a otro”.
Gracias a la ayuda de la organización sin fines de lucro JOIN, los Edwards pudieron encontrar finalmente un apartamento para alquilar, actualmente viven en el suroeste de Portland, en un edificio de apartamentos que tienen regulación, donde el alquiler es basado en los ingresos de las personas.
Después de batallar para mantenerse al día con los gastos, Richard dejó de conducir y empezó a utilizar el autobús con Linda.
Por varios motivos, los Edwards disfrutan más la experiencia de viajar en el MAX, que en un autobús. Para Linda es más fácil subir y bajar del tren. Y la familia no tiene que separarse. Si los autobuses están llenos, los niños se sientan dónde pueden mientras Richard se queda cerca de Linda.
A los Edwards les entusiasma la idea de una línea nueva del MAX, en el ‘Southwest Corridor’. Ellos aún tendrían que tomar un autobús desde donde viven a la estación del MAX, pero creen que tomar el tren, reduciría su tiempo de viaje, al menos una media hora.
"Sería bueno ir en autobús por diez minutos, para tomar el MAX en el ‘Southwest Corridor’ y llegar al destino entre 30 minutos a una hora", dijo Linda.
Ellos planean quedarse en el suroeste de Portland, les encanta su vecindario y el apartamento donde viven, que está regulado y protegido contra aumentos de alquiler que no pueden pagar.
Los Edwards esperan ansiosos el día en el que puedan viajar en el MAX, a lo largo del ‘Southwest Corridor’. Con menos conexiones y un acceso más fácil, Linda dijo que incluso se aventuraría a viajar sola en el tren.
Aprenda más sobre la propuesta de una línea nueva del MAX en el ‘Southwest Corridor’.