¿Qué es jardinería natural?
Es cultivar plantas, verduras y pasto sin usar fertilizantes químicos y pesticidas.
¿Qué hay de malo con los fertilizantes y pesticidas?
Los fertilizantes tienen altos niveles fósforo y nitrógeno de rápida liberación que llegan a los desagües, alcantarillas, arroyos, ríos y canales. Esto afecta la salud y el hábitat de los peces y otras especies que viven en las aguas cercanas.
Los pesticidas, incluyendo los insecticidas, herbicidas y fungicidas, se usan para controlar malas hierbas, enfermedades, insectos y otras plagas como las babosas. Sin embargo estos químicos son tóxicos y pueden hacer daño a ti, a tus niños y a los animales, si se usan en exceso o se aplican sin cuidado. También pueden matar insectos, lombrices, pájaros y otros organismos beneficiosos para el medio ambiente.
¿Cómo puedo empezar a practicar la jardinería natural?
Los siguientes simples pasos te van a ayudar a tener un jardín y césped bonitos y en buen estado, sin el uso de pesticidas u otros químicos que puedan hacerle daño a tu familia.
Un jardín saludable empieza con una tierra saludable
Agregar material orgánico mejora el drenaje y ayuda a que tus plantas reciban los nutrientes necesarios. Agregar cada año entre 2 y 3 pulgadas —aproximadamente 5.0 a 7.5 cm— de compost o estiércol de vaca que ha estado almacenada más de un año, mezclándolo con la tierra o extendiéndolo alrededor de las plantas.
Cómo tener un césped saludable, de manera natural.
- Cuando cortes el césped, deja la hierba cortada sobre el césped. Esto permite que esos nutrientes regresen al césped y reduce la necesidad de usar fertilizante. También te ahorra tiempo y dinero al no tener que empaquetar y deshacerte de las bolsas de césped.
- Si necesitas fertilizar tu césped, hágalo ya avanzado el otoño o tarde en la primavera. Use fertilizante orgánico, el cuál liberará nutrientes por mayor tiempo y tiene menos probabilidades de llegar a vías de agua después de la lluvia.
- Permite que el césped se seque entre riegos, pues obliga a las plantas a que desarrollar raíces más profundas que soporten el estrés de una sequía. Una pulgada de agua (2.5 cm) es toda el agua que tu césped necesita en un mes. Una buena indicación sobre la cantidad de agua que debes aplicar al césped cada vez que irrigas la obtienes usando una lata de atún de tamaño estándar (aprox. 1 pulgada de profundidad) para hacer el cálculo. Pon la lata vacía en el césped con el sistema de irrigación en funcionamiento. Presta atención para saber cuánto tiempo se demora la lata en llenarse de agua, pues ese será el tiempo que debes irrigar tu césped por semana. Por ejemplo, si la lata se demoró una hora en llenarse, debes irrigar tu césped una vez a la semana por 1 hora o por 30 minutos dos veces a la semana. Muchas compañías de agua ofrecen gratis indicadores de la cantidad de agua necesaria para irrigar el césped.
- Airea el césped usando un aireador alquilado tipo comercial o haciendo hoyos con una horqueta de jardinería cada cuatro pulgadas (10 cm) para aflojar la tierra. Después de airear o rastrillar la tierra, esparce una mezcla de semillas de centeno y pasto fleo (Fescue) diseñada para las condiciones climáticas del noroeste del Pacífico. Por último cubre todo con una capa delgada de compost, de aproximadamente un cuarto de pulgada de profundidad.
- Evita usar la mezclas “weed and feed” creadas para nutrir el césped y matar las hierbas malas, pues contienen químicos para matar las hierbas malas que pueden dañar el suelo y afectar el césped. Los pesticidas también pueden ser dañinos para ti y tu familia y se mezclan con el agua de lluvias y después contamina el agua subterráneas y otras aguas cercanas.
- Considera reducir el tamaño de tu césped. Los céspedes requieren mucho fertilizante y agua. Quita una parte del césped y reemplázalo con plantas
Siembra plantas nativas de la región que prosperen en nuestro medio ambiente.
Una planta originaria de la zona está mejor preparada para nuestro medio ambiente y va a ser más fuerte y saludable y con menos posibilidades de sucumbir ante enfermedades o plagas. Siémbralas en lugares apropiados en tu jardín, teniendo en cuenta si la planta necesita luz directa o parcial del sol, o estar en la sombra.
Prueba usar control no tóxico de plagas
Hay muchas maneras de deshacerse de las plagas sin usar pesticidas. Quita los insectos con la mano, rocíalos con un chorro continuo de la manguera del jardín y pon trampas para las babosas. Usa barreras físicas para mantener las plagas fuera de sus plantas, como cubiertas para las hileras de vegetales. Si necesita usar un pesticida, escoja el menos tóxico posible.
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